IV Gabinete de crisis de ficciones políticas

jueves, 27 de marzo de 2014

40:00

ACTA_SESIÓN 2_Mario Sánchez Herrero
 
Día: 2014-03-13
Hora: 19.30 
Lugar: We Traders. Nave 16. Matadero Madrid
Experto invitado: Mario Sánchez (MS)
Asistentes:  Uriel Fogué (UF), Carlos Palacios (CP), Pepe Vela (PV)
Oyentes: 35 aprox.




 Abre la sesión Uriel Fogué dando la bienvenida a la última sesión del  IV Gabinete de Crisis de Ficciones Políticas. Se da comienzo a la sesión con la proyección de una escena de la película Soylent Green, donde se muestra unos ciudadanos que habitan un escenario radical en el año 2022, donde tienen que producir la energía de sus espacios domésticos mediante ejercicios físicos del cuerpo. Se introduce el tema de la escala, del espacio interior y del cuerpo, como vectores bajo los que abordar el debate.

Por otro lado, se enuncian las últimas noticias relacionadas con la crisis: se ha constatado la aparición de nuevos grupos disidentes, que desafían la Isla energética, ya sea traficando con energías fósiles en el mercado negro o mediante actos terroristas espontáneos de súper consumo energético para desestabilizar la balanza de ahorro energético.

Ana Herreros introduce al invitado, Mario Sánchez Herrero, quien pasa a exponer la aproximación política al problema:

-Cambio de gobierno. Es posible que el gobierno actual deje de existir si se enfrenta con los oligopolios. Es preciso aprovechar la situación para repolitizar el espacio ciudadano que debe dejar de ser pasivo, frente al antiguo funcionamiento centralizado y autoritario de las grandes compañías.

-Rehabilitación de infraestructuras. Bajo el marco de la Isla energética, muchas de las infraestructuras operativas actualmente, constituyen un activo no amortizado y además, pasarán a estar obsoletas.

-Transformaciones económicas. Muchas tecnologías de gran escala (que necesitan recursos dependientes del exterior), como las centrales de ciclo combinado están avocadas a la quiebra.

-Empoderamiento de los ciudadanos. Un modelo autosuficiente es viable, tanto desde un punto de vista económico, como técnico. Es imprescindible constituir diversos equipos de trabajo para organizar dicho modelo energético y demostrar su viabilidad. El primero, un equipo técnico para optimizar los recursos y diseñar el despliegue infraestructural. También, para gestionar la intermitencia en la producción de fuentes como el sol o el viento. El segundo será un equipo económico para configurar la política presupuestaria y la financiación del nuevo modelo energético. A día de hoy es mas barato producir electricidad con energías limpias. De hecho, si algo sobra en el mundo es dinero. El experto aporta algunos datos: En este momento el diferencial con el bono alemán está por debajo de los 200 puntos básicos; la razón por la que endeudarse sea tan barato se debe a que el dinero circula de manera extraordinaria, con el consiguiente riesgo de una nueva burbuja. El tercero sería un equipo de comunicación, encargado de hacer llegar el mensaje a toda la población y contrarrestar la propaganda de las grandes compañías. Los tres equipos deben trabajar para cambiar en un plazo de dos años la visión de la ciudadanía.

Carlos Palacios, pregunta sobre la repercusión de las medidas expuestas por el experto en el bienestar y en la calidad de vida. ¿Cómo prevé ese futuro? ¿Luchando por el petróleo, como en Mad Max? Otros miembros del Gabinete exponen su temor a que los cambios deriven en propuestas políticas populistas. ¿Cuál es la relación del populismo y el empoderamiento ciudadano? Por otro lado, si las grandes empresas, que la actualidad cubren una parte importante del suministro energético del país quiebran, tal vez deberían ser nacionalizadas, como paso previo a la autogestión y, de esa manera, evitar empezar de cero. En opinión de MS la solución no pasará por un modelo centralizado, en oposición al modelo neoliberal. Lo que hará posible un cambio de paradigma energético es que los ciudadanos seamos los responsables de proveernos de nuestra propia energía. Los ciudadanos deben dejar de ser pasivos para pasar a ser los protagonistas. En cuanto a las inversiones exteriores, MS confía en que si el país ha sido capaz de atraer inversiones con un modelo podo adecuado, sin duda hay que plantear estrategias para atraerlos con medidas de choque y un modelo claro de transición. Pero, en ningún caso, hay que asumir las inversiones fallidas en tecnologías que se demuestran obsoletas para afrontar la crisis.

Un miembro del Gabinete pone como ejemplo de empoderamiento, los huertos urbanos de Madrid y propone una red de talleres para concienciar acerca de la importancia de reducir el consumo energético, tanto en las viviendas como en las empresas. Otro miembro desarrolla el argumento para señalar la relevancia del espacio doméstico como centro político del cambio, planteando que el empoderamiento no se producirá sustituyendo las centrales por molinos de viento, sino a escala doméstica. Pone de ejemplo los proyectos de la oficina elii para explicar la dimensión interescalar de la energía y el diseño de estrategias de afecto.

Otro miembro propone un carnet por puntos que premie la reducción de consumo. No obstante recalca el problema de la pobreza energética para plantear la posibilidad de entender la red distribuida como una oportunidad de redistribución de la energía lo que, a su vez, se podría beneficiar de beneficios fiscales. MS apunta la necesidad de dotar a la ciudad de focos de almacenamiento no contaminantes para equilibrar la red y regular la complementariedad entre los diferentes sistemas de generación. Insiste en que el objetivo primordial, antes de las medidas tipo carnet o beneficios fiscales, es demostrar y trasladar a los ciudadanos que los únicos capaces de acelerar el proceso son ellos. El tabaco es un buen ejemplo para explicar la posibilidad de llevar a cabo grandes transformaciones sociales en plazos cortos. Otro elemento a favor de la transformación del modelo se basa en la gran velocidad de implantación de los dispositivos de energía eólica y fotovoltaica, lo que posibilita alcanzar la independencia. En consecuencia, los ciudadanos pueden y deben tomar el control de sus infraestructuras energéticas de aquí a pocos años.

Teniendo en cuenta las transformaciones sucedidas en otros momentos históricos donde se ha producido un desarrollo masivo de infraestructuras de gran escala, expone UF, es previsible que este nuevo escenario también conlleve una transformación radical en otras esferas de nuestra vida, ya sea la de la comunidad política, la ordenación del paisaje, el espacio doméstico, las costumbres, los ritos sociales, la alimentación, las infraestructuras, el cuerpo…etc. En consecuencia, plantea UF, sería imprescindible añadir nuevos equipos, aparte del económico, el técnico y el de comunicación. Un cuarto equipo debería encargarse de la construcción de nuevas narrativas capaces de crear una cultura diferente y no un simple escenario simétrico por oposición dialéctica. Parece que también va a ser imprescindible complementar el equipo de comunicación con uno de marketing. Otro equipo podría encargarse de nuevas tecnologías. Este equipo tendrá que encargarse de múltiples cometidos relativos a la gestión y elaboración de la información pero, también, será el responsable de la “traducción” del lenguaje en el que normalmente están enunciadas las problemáticas relativas a la energía (como kilowatios) a un lenguaje comprensible por los ciudadanos. Otro grupo debería ser el equipo político. Empoderamiento no significa ausencia de política, sino más política. Este grupo deberá armar el contexto críticamente y deberá definir los marcos políticos de la nueva situación. Otro posible equipo podría ser el de archivo, encargado de la organización de la documentación, tanto del presente, como de la arqueología. Por ejemplo, podría ocuparse de registrar y estudiar las experiencias similares desarrolladas hasta la fecha y el desarrollo de los diferentes experimentos sociales que se están llevando a cabo para que éstos puedan ser evaluados. Otro, deberá centrarse, como ya se ha enunciado, en el lenguaje. Otro, en el diseño y la experiencia. Y seguro que hay más equipos que se irán descubriendo según se vaya conformando esta nueva cultura. Un oyente plantea la necesidad de incorporar un equipo artístico capaz, por ejemplo, de problematizar los conceptos con los que normalmente convivimos y replantearlos con un nuevo lenguaje.

MS señala la importancia de focalizar el esfuerzo de estos equipos hacia el cuestionamiento de ciertos conceptos-base fuertemente asumidos e interiorizados por la sociedad, como la dialéctica de crecimiento/decrecimiento o la connotación negativa arraigada en la sociedad que tiene el decrecimiento. Además insta a no limitarse los modelos comparativos sino desarrollar modos de comunicación que se desarrollen en términos cualitativos. Además, añade, el modelo actual basado en una lógica económica entendida desde la producción, donde el consumo está al servicio de la misma, debe ser replanteado por uno alternativo que entienda la economía desde el punto de vista del consumidor y ponga la producción al servicio de las necesidades humanas. Desde el mundo de la energía, concluye, se produce la oportunidad de cambiar el paradigma hacia uno nuevo donde yo, como consumidor, decido dotarme de la energía que necesito.

El debate toca su final con una última batería de preguntas. CP, pregunta: en el caso de que se consiguiese la implantación de este nuevo modelo ¿qué ocurriría con los grupos “disidentes” que se aferren al modelo anterior? ¿Cómo se puede plantear la convivencia con estos modelos? En la última intervención de la sesión, AH plantea si se deben enfocar los esfuerzos en el ciudadano actual y si no sería mejor concentrarse en la formación y la educación de los futuros ciudadanos, que serán los que realmente usarán y vivirán bajo este nuevo modelo. MS concluye que el cambio en la formación de los ciudadanos debe ser inminente si queremos cumplir los plazos.

Cierra la última sesión del Gabinete de Crisis Uriel Fogué, realizando un rápido resumen del ciclo de conferencias y agradeciendo al público su asistencia y participación.


jueves, 13 de marzo de 2014

38:00


El gabinete convoca al tercer invitado:  Mario Sánchez Herrero. Autor del blog Píldoras contra la crisis.

Desde 1999 imparte clases de Economía en la Universidad Complutense de Madrid. Ha impartido materias como Hacienda Pública, Macroeconomía o Estructura económica española y mundial.
Desde algunos años antes (1995) ejerce profesionalmente como asesor de empresas: muchos pequeños negocios, de todo tipo de sectores productivos. “Cada uno con sus problemas constituyen una segunda universidad, la universidad de la economía en acción, de las reglas del juego; la universidad de la pequeña innovación de cada día.”
En 2005, funda la empresa ecooo dedicada a la promoción de instalaciones fotovoltaicas sobre tejados. “La unión de todos los mundos, el de la inquietud medioambiental, el de la viabilidad de modelos sostenibles de negocio y la innovación permanente en un mundo nuevo que hay que pensar desde el principio.” www.ecooo.es

Desde entonces, participa en muchas militancias: miembro de la comisión gestora del MERCADO SOCIAL DE MADRID, activista en la PLATAFORMA POR UN NUEVO MODELO ENERGÉTICO y miembro del Consejo Rector del TEATRO DEL BARRIO.


Haga CLICK para ver el blog: Píldoras contra la crisis

martes, 11 de marzo de 2014

33:00






El invitado de sesión anterior, Sergio de Otto, nos proporciona los siguientes links:

http://www.fundacionrenovables.org/2011/09/propuestas-a-los-partidos/
http://www.greenpeace.org/espana/es/reports/Energia-30-Informe-completo/
http://www.eforenergy.org/docpublicaciones/informes/Informe_2011.pdf

32:00

ACTA_SESIÓN 2_Sergio de Otto

Día: 2014-03-06
Hora: 19.30
Lugar: We Traders. Nave 16. Matadero Madrid
Experto invitado: Sergio de Otto (SO)
Asistentes: Luis Arenas (LA), Uriel Fogué (UF), Eva Gil (EG), Carlos Palacios (CP), Pepe Vela (PV)
Oyentes: 35 aprox. 

Tras la pasada intervención de Gonzalo Escribano, donde la crisis fue abordada desde una perspectiva geopolítica, el Gabinete de Crisis presenta al nuevo experto invitado: Sergio de Otto, quien abordará la crisis desde la perspectiva de las renovables.

SO comienza su presentación describiendo el presente marco como una gran oportunidad para nuestra sociedad y comienza a enumerar los puntos fundamentales que, a su juicio, han de ser seguidos para conseguir la autonomía energética dentro del periodo marcado.

CONSIDERACIONES GENERALES
 -Importaciones combustible fósil. Se propone eliminar las importaciones de combustible fósil, para reducir los 46.000 millones de euros que actualmente el país se gasta en importaciones de combustible y, de paso, también disminuir la dependencia (80%) de las mismas. Según expone el experto, dicho gasto acaba con los ingresos generados por la primera industria del país, el turismo. De no existir, se podría controlar el déficit actual y el país dejaría de ser dependiente de las contingencias de ciertos países productores (en Oriente Medio, ahora, Ucrania, etc.).

-Aplicación estricta de las directivas europeas. La simple aplicación de las mismas las directivas europeas de eficiencia energética nos acercaría de manera destacada al objetivo planteado. No obstante, el nuevo escenario constituye la oportunidad para cambiar el modelo económico, cultural y social.

-Conflictos. La mayoría de conflictos actuales están detrás de la producción y la gestión de la energía. En esta época no se puede permitir el despilfarre, como si la energía fuera algo asegurado y a nuestra disposición.

-Mix energético. Actualmente, está formado por un 42% de petróleo, un 22% de gas, un 12% de nuclear, un 12% de renovales y un 11% de carbón. En 1973 el aumento de los precios del petróleo afectó, de manera determinante, al estado de bienestar. Entonces, España contaba con un 70% de petróleo y empezaban las primeras centrales nucleares; el carbón tenía un papel indispensable y las únicas renovables eran la biomasa y la hidroeléctrica. Sin embargo, a día de hoy, el modelo apenas ha cambiado. La emisión de CO2 no ha variado lo suficiente y, aunque el gas está más presente en el mix, la dependencia de países tan inestables como Argelia o Nigeria, nos sitúa en un marco de elevada vulnerabilidad.

GESTIÓN DE LA OFERTA Y DEMANDA
-Reducción del consumo actual. Según el estudio de los profesores Linares y Labandeira (U. Pontificia de Madrid y U. de Vigo) es posible bajar hasta un 50% del consumo actual, tan sólo aplicando políticas de ahorro y de eficiencia.

-Comunicación y asesoramiento. Las estrategias de comunicación serán imprescindibles para lograr la sensibilización de la sociedad de que es posible vivir con menos energía.

-Carbón. Mantener el carbón será necesario para cubrir la demanda actual. Pero, teniendo en cuenta que el KW de carbón es el doble de caro el de la energía eólica, se deberá replantear el modelo a futuro.

-Sector industrial. No se podrá renunciar al sector automóvil pero otros sectores vinculados a la construcción deberán estar preparados para sufrir grandes transformaciones.

-Petróleo y fracking. Las posibles explotaciones en Canarias y Baleares sólo servirían para perpetuar el modelo vigente, dentro de una visión a corto plazo. El fracking es un atentado al medio ambiente. Hay que tener en cuenta las perdidas de metano y los productos químicos inyectados en la tierra que terminan en los acuíferos.
                                                  
-Potencia hidráulica de bombeo. La gestión de la misma de la que hoy se benefician algunas empresas eléctricas, pasará a formar parte de la estrategia para cubrir la demanda.

-I+D para desarrollo de la eólica. Las máquinas que no tienen rendimientos satisfactorios han de ser actualizadas. El modelo regulatorio vigente hasta la fecha no ha permitido pequeños parques eólicos. Habrá que explotar la eólica de media y pequeña potencia y explorar fórmulas de integración.

-Energía nuclear. A diferencia del anterior experto, SO defiende eliminar del mix la energía nuclear. La energía nuclear no puede contabilizar como producción local, ya que precisa de la importación del uranio. Y, recuerda, en la actualidad España es el país europeo con mayor dependencia energética.

-Otras renovables. A día de hoy la fotovoltaica es competitiva. Todos los tejados deberían tener placas instaladas. El experto pone en cuestión el modelo de fotovoltaica basado en los huertos solares, decantándose por al integración arquitectónica. La energía solar termoeléctrica puede acumular el calor que reciben durante el día y se podría multiplicar la potencia rápidamente. La biomasa tiene un papel importante pero depende del empleo y de la agricultura, por lo ha de ser considerada para su puesta en marcha lo antes posible.

-Autoconsumo. Será otro de lo grandes temas a debatir.

-Ahorro. Las renovables han pasado a ser realmente competitivas dentro del sistema. Cuantas más energías renovables usemos, más económico será el precio. De haber apostado antes por este modelo, se habría alcanzado hace 20 años niveles muy competitivos.

-Transporte. Es donde más combustible fósil se consume. Hace 4 años, el sector de la industria automovilística se planteó alcanzar los 100.000 coches eléctricos, pero nunca se llevó a cabo, lo que conllevó una desaceleración que ha perjudicado gravemente el sector. Es indispensable retomar la electrificación. Un coche eléctrico no tiene porqué ser un clon de los coches actuales, a los que les sobra lujo y potencia. Desplazarse en máquinas de 4.000Kg para trasladar 70Kg no tiene sentido. España es el país europeo que menos mercancías transporta en ferrocarril, a pesar de tener buena infraestructura.

-Residencial. El entorno urbano será el escenario fundamental del cambio. La ciudad compacta será clave y será imprescindible un plan integral para la rehabilitación de los edificios. A día de hoy, tan sólo un 8% del patrimonio inmobiliario pasa el control energético.

-Modelo económico y social. La crisis es una oportunidad para replantear el modelo actual basado en la desigualdad. Tres millones de hogares no pueden tener la calefacción a más de dieciocho grados. Acabar con la pobreza energética será uno de los objetivos principales dentro de este apartado. Por otro lado, se adoptarán nuevos criterios en la educación y la sanidad.

UF abre el debate anotando que los diagramas presentados durante la explicación, donde se muestra la composición del mix energético, tienen una correlación directa tanto en la configuración del paisaje, como en los rituales y usos asociados e ala energía. Un pequeño movimiento en cualquiera de dicho diagramas conlleva una transformación sustancial de un territorio (infraestructuración) o en los hábitos (energéticos) domésticos. Por este motivo, plantea que el criterio de evaluación de la Isla Energética no puede restringirse a un análisis estrictamente económico y tecnológico. Todo aquello que implique unas nuevas formas de conducta precisa de la complicidad de la población. SO manifiesta la necesidad de diseñar un buen modelo de comunicación para enrolar a la sociedad. Su papel será fundamental.

Varios miembros del gabinete se preguntan si a la hora de restringir el consumo de energía estamos cambiando dependencia energética por una nueva dependencia industrial (al necesitar construir otro tipo de infraestructuras). El experto argumenta que no se trata de cambiar una dependencia por otra, construyendo una nueva tecnología para el mismo tipo de consumo, sino de plantear una nueva red energética para un nuevo modelo de vida.

Varios miembros del Gabinete destacan la relevancia del autoconsumo y por las posibilidades de su regulación. ¿Cuál sería el cometido de cada ciudadano si se convierte en productor? También se señala la necesidad de revisar los que hay acuerdos vigentes con determinados países, actuales suministradores de energía, los cuales podrían demandar al Estado Español dentro de un modelo de independencia energética basado en las energías alternativas. En opinión de SO, el autoconsumo no interesa a las grandes compañías eléctricas. El borrador de ley de la energía planteado por el Gobierno, proponía la legislación más restrictiva del mundo. Bajo su punto de vista, lo fundamental sería que la administración no pusiera trabas y facilitase la autoproducción. Por ejemplo, eliminando los peajes a las compañías eléctricas por la autoproducción (muy criticados por la UE). La forma de organizar el autoconsumo debe basarse en un modelo de volcando de excedente de producción a la red, para que éste pueda ser recuperado después en los momentos de demanda. Esto constituiría una gran oportunidad para los hogares y las PYMES.

Un miembro del gabinete hace referencia al proyecto mundial Solar Decathlon y se pregunta por qué se le ha dado la espalda a una iniciativa apoyada por las instituciones y que fomentaba el desarrollo de las renovables a través de la autogeneración. Por otra parte, informa de que EEUU está trabajando a favor de la independencia en cuanto al abastecimiento de petróleo, a través del fracking, para plantear que es contradictorio adoptar medidas que den la espalda a las fuentes de energía disponibles, sometiendo las políticas de la energía al interés de ciertos lobbies a los que señala como responsables del déficit de tarifa que ha de ser pagado entre todos. SO defiende que el déficit no tiene que ver con las renovables, tan sólo es un gasto más del sistema eléctrico. En cifras, las primas son muy inferiores al déficit, por lo que difícilmente pueden ser las responsables de un déficit tan elevado. No obstante, el importe de las primas coincide con el déficit a partir del 2011. Desde hace cinco años se vienen tomando medidas que han hundido el sector de las renovables y el déficit sigue creciendo, porque nada tiene que ver con ello. En opinión del experto, el déficit de tarifa es un acuerdo que tiene lugar en el 2002 entre las eléctricas y el Gobierno del momento para lograr la contención de los precios de la luz, eje principal de su política económica. Añade que pagamos la luz más cara de Europa, teniendo las compañías eléctricas con más altos beneficios, el doble de la media de Europa. SO recomienda su artículo El obsceno recibo de la luz, para entender el problema del déficit de tarifa.

LA cuestiona la viabilidad de la autonomía y manifiesta su incertidumbre con respecto al proyecto. Puede que, una de las consecuencias de la autonomía no se limite a la energía, sino a otros campos. La dificultad de competir con los costes extranjeros, puede conllevar a otros tipos de aislamiento. Por otro lado, se interroga acerca de la madurez de la ciudadanía para afrontar este cambio. SO puntúa que la estrategia planteada para el 2020 es demasiado rápida por lo que puede tener consecuencias poco deseables. No obstante los sacrificios necesarios para alcanzar dicho objetivo son asumibles. Actualmente la mayor parte de la sociedad “está intoxicada” por la falsa idea de que las renovables “son caras”, mentira que no hace sino participar en el proceso de ruina y retroceso tecnológico de un sector que había llegado a ser líder. Concluye su intervención planteando que las mismas razones que tuvo De Gaulle para apostar por la energía nuclear en Francia, valdrían para apostar aquí por las renovables. Pocos países tienen tantos recursos como España.

Un miembro del gabinete señala algunas diferencias y algunas similitudes entre los dos expertos que han comparecido en el Gabinete hasta el momento. Si bien ambos coinciden en la desaparición de una parte de la competividad industrial, el enfoque anterior se caracterizaba por ser bastante pesimista, al ver en el cambio una posible amenaza, mientras que el de la actual sesión defiende una oportunidad optimista. SO responde señalando la independencia de su posición: la Fundación renovables no cuenta entre sus patronos con las empresas que pretenden hacer negocio con la energía…

UF plantea que el proceso no podrá llevarse a cabo sin la complicidad de la sociedad. No se puede negar que actualmente existe una cierta resistencia al impacto paisajístico de ciertas formas de tecnología, como, por ejemplo, los mencionados aerogeneradores. Una parte de la sociedad se enfrenta a los aerogeneradores como se enfrentó Don Quijote a los molinos de viento. Los molinos antiguos, aquellas construcciones que hoy vemos como el escenario ideal para una casa rural, en el contexto de la novela de Cervantes no eran otra cosa que dispositivos de tecnología punta. Es decir, que Don Quijote vio monstruos donde había tecnología puntera, de la misa manera que hoy una gran parte de la sociedad ve monstruosos a los aerogeneradores… Independientemente de si en el futuro llegaremos a ver estas infraestructuras como elementos integrantes de paisajes bucólicos e incluso puedan llegar a ser catalogados como bien de interés patrimonial, lo cierto es que, en este momento, nos encontramos ante la paradoja de lo que podría ser llamado el “efecto Quijote”. Por tanto, si el destino del paisaje en el contexto de esta crisis es integrar grandes masas de dispositivos de aerogeneración, se hace imprescindible explorar sus posibilidades paisajísticas para enrolar a la sociedad. Por eso, expone, es importante no confundir “comunicación a la sociedad” con “transmitir la información a la sociedad”. Armar una buena campaña de comunicación, como se ha expuesto previamente, para contarles a los ciudadanos la mala noticia que les va a tocar sufrir en un futuro inmediato, vuelve a posicionar el proceso dentro de una estructura de poder donde el gobierno de los recursos recae en los expertos, y donde es necesario un “edulcorante” (campaña de comunicación) para suavizar la asimilación de dicha información, para hacer digerible el martirio que está por venir. Esta manera de entender la comunicación nos podría situar frente a un marco que podríamos llamar “eco-jacobinista”, donde el cambio es asimilado a una obligación moral incuestionable. Sin embargo, si entendemos este proceso, no tanto como un asunto del gobierno de los expertos, sino como la construcción de toda una nueva cultura, entonces se hace imprescindible armar un debate, en el que ha de participar toda la sociedad en su conjunto para discutir y decidir cómo quiere construir dicho futuro, su futuro. Pero, en este otro marco, la sensibilización no puede ser entendida como una forma de comunicación que “edulcora” las decisiones tomadas por un determinado sector tecnológico, sino como una oportunidad para informar y armar una controversia social. Por otro lado, este cambio cultural precisará también del papel fundamental de los diseñadores para, entre otras cosas, construir un nuevo concepto del lujo o para intentar entender el cambio no como un proceso de martirio, sino como un posible escenario deseable.

A continuación, una parte del Gabinete se pregunta por el papel de las grandes compañías en el diseño de esta nueva cultura. Otro miembro del Gabinete cuestiona si se debería ir más allá y reconocer la inviabilidad del modelo capitalista, basado en políticas tecnológicas positivistas, responsable, según su opinión, de la situación actual. SO apoya la idea del cambio cultural y defiende que, si bien la democratización de la energía no tiene como objetivo principal transformar el modelo político, sí que, de manera inevitable, plantea una posición crítica con los oligopolios, responsables de los principales problemas del modelo energético actual. En cuanto a la sensibilización social y la comunicación será principal transmitir a los ciudadanos que gozan de nuevas responsabilidades, al pasar a ser productores, gestores y usuarios de la energía y no consumidores. La comunicación es fundamental para la construcción de una conciencia crítica. A diferencia de lo que se planteó en la pasada sesión, en opinión de SO, el cambio no será ni una tragedia ni un paraíso. Pero lo que es cierto, desde su punto de vista, es que la dependencia energética actual (87% de dependencia energética, comparada con el 55% de media del resto de Europa) es un auténtico suicidio. Y que la inercia de los hábitos energéticos y el poder de los intereses establecidos constituyen la principal dificultad. En relación a los cambios del paisaje, SO niega que haya que plantar toda la costa de parques eólicos, como en algún momento se ha sugerido. La cuestión será si seremos capaces de hacer algún Km. de carretera sin ningún parque eólico. E informa de que los nuevos aerogeneradores de 4 o 5 MW de potencia tienen un impacto paisajístico muy inferior a los que se han instalado habitualmente.

CP comunica la Gabinete la existencia de grupos disidentes que operan al margen de la sociedad. Grupos organizados que comienzan a traficar con petróleo y a practicar el contrabando. CP manifiesta la confusión de algunos futuros votantes, desconcertados ante las implicaciones futuras que el cambio de modelo energético implicará en sus hábitos y solicita al experto la enumeración los “sacrificios” que han de ser asumidos por la población. SO enumera algunos de estos cambios: replanteamiento del transporte; el coche eléctrico (no como una réplica del coche actual, ni como una representación del ego y de la capacidad adquisitiva); o la aviación (la cual emplea combustibles fósiles, por el momento). Otros cambios fundamentales tendrán lugar en los servicios asistenciales, como los hospitales y sus recursos de desplazamiento. Puede que en los contextos rurales las prestaciones educativas sean revisadas. Un miembro del Gabinete de Crisis añade que el coche eléctrico no supone necesariamente una renuncia al lujo y pone como ejemplo un proyecto de Fórmula-E, que funciona con coches eléctricos.

También se apunta que los riesgos de ciertas energías, como la nuclear, pueden ser empleados como fórmulas de administración del poder. Y advierte que lo mismo puede suceder con la incertidumbre a los cambios, que puede llegar a ser empleada como un dispositivo de gobierno. Continuando con el argumento, otro miembro del Gabinete pregunta si sería posible presentar un ejemplo de sociedad que ya funcione bajo criterios de soberanía energética y si existe alguna alternativa desde las renovables, capaz de contrarrestar la presión financiera. SO señala la inexistencia de este tipo de modelo implantado en un 100%. No obstante, señala, hay ciertos casos, como el de Dinamarca o el de Alemania, que apuestan por una emisión cero en el año 2025. El caso del proyecto de una ciudad completamente sostenible en Qatar, por el momento, es ciencia-ficción (pagada con petrodólares) e Islandia consume todavía más energía que EEUU. En cuanto a la posibilidad de competir en términos de poder, el sector de las renovables no ha invertido lo necesario para dirigirse de manera clara a la sociedad y contrarrestar las campañas que otras empresas sí que están movilizando para justificar y amortizar todas sus últimas inversiones. Hay que entender que el principal problema para estas compañías es que, entre 2001 y 2011, han instalado 27.000MW de ciclos combinados, siguiendo el modelo de crecimiento de la burbuja, pensando que el crecimiento por encima del PIB iba a ser eterno e ignorando  las renovables. Como consecuencia, centrales térmicas que estaban pensadas para funcionar 4.000-5.000 horas al año y están funcionando 600-800 horas. Si en el 2008 los ciclos combinados generaban 85.000GW, este año se generan unos 17.000GW. En resumen, se instaló las infraestructuras de energía cuando más altos estaban los precios. Otros países como Francia, Alemania e Italia comienzan a tomar el liderazgo en la instalación de la fotovoltaica.

UF concluye la sesión planteando que el escenario del cambio cultural al que nos enfrentamos transcurrirá en diferentes campos de controversia, como el campo ecológico, el social o el estético. Pero que no debemos olvidar la relevancia del marco del lenguaje, donde se jugará una de las batallas cruciales (¿debemos llamar a los ciudadanos usuarios, consumidores o productores? ¿Hablamos de una transformación cultural o de un sacrificio?). Finalmente se emplaza al siguiente encuentro para abordar este y otros temas.


Se levanta la sesión.

30:00

PETICIÓN de los fabricantes de candelas, velas, lámparas, candeleros, faroles, apagavelas, apagadores y productores de sebo, aceite, resina, alcohol y generalmente de todo lo que concierne al alumbrado



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Fotos segunda sesión del IV_gcfp

20:00

ACTA SESIÓN 1_Gonzalo Escribano

Día: 2014-02-27
Hora: 19.30 
Lugar: We Traders. Nave 16. Matadero Madrid
Experto invitado: GonzaloEscribano (GE)
Asistentes: Luis Arenas (LA), Uriel Fogué (UF),  Eva Gil (EG), Carlos Palacios (CP), Javier Hernández (JH), Pepe Vela (PV), Fernando Espuelas (FE)
Oyentes: 35 aprox.


Abre la sesión Uriel Fogué dando la bienvenida al IV Gabinete de Crisis de Ficciones Políticas, dentro de la exposición WeTraders (comisariada por A. Fitz y R. Epple y co-comisariada por J. Duero), acogida por Matadero Madrid y promovida por el Instituto Goethe. Este ciclo es coordinado de manera conjunta por Gabinete de Crisis de Ficciones Políticas y la oficina de arquitectura elii.

El nuevo escenario al que se enfrenta el Gabinete lleva por título Isla energética y surge tras el anuncio, hace unas horas, por parte del Gobierno, de un plan para alcanzar la independencia energética del país en el año 2020, eliminando la dependencia energética del país del extranjero.

Si tenemos en cuenta los cambios sucedidos en otros momentos históricos donde se produce un desarrollo masivo de infraestructuras de gran escala, expone UF, es previsible que este nuevo escenario conlleve una transformación radical de enormes repercusiones en todas las esferas de la vida, la política, el paisaje, el espacio doméstico, las costumbres y los ritos sociales, la alimentación, las redes de infraestructuras, las políticas del cuerpo…etc. Por ejemplo, los procesos de grandes transformaciones urbanas acontecidos durante el siglo XIX, implicaron la emergencia de toda una nueva cultura urbana, como la alteración de la vida nocturna, producto de la electrificación de las ciudades. Se convoca un Gabinete de Crisis para evaluar las posibles consecuencias de este nuevo escenario político.

Luis Arenas introduce al experto invitado, Gonzalo Escribano, quien expone una estrategia, organizada en tres partes, para alcanzar el mencionado objetivo de independencia energética en 2020:

1. Cambios en la demanda
-Aumento de precios. Teniendo en cuenta que apenas disponemos de seis años para implementar las medidas, y que no bastará con potenciar la producción local, lo primero a tener en cuenta sería adoptar políticas de gestión muy estrictas. Se hace imprescindible mandar señales a los mercados, aumentando los precios rápidamente. Esta medida debe ser aplicada tanto en el campo doméstico como en el industrial, si bien tendrá repercusiones diferentes. El experto sugiere comenzar por el campo doméstico.

-Racionamiento. Habrá que tomar medidas de racionamiento a corto y medio plazo, para asegurar la movilidad y transporte. Para ello, habrá que establecer cuotas, restricciones de velocidad, limitación del tráfico rodado, etc. El ferrocarril será crucial: como no disponemos de suficientes líneas, deberá reducirse el transporte de pasajeros para poder aumentar el de mercancías. En consecuencia, pasaremos a una vida más estática. No podremos permitirnos el lujo de ir y volver a una ciudad en el día. Por otro lado, habrá que afrontar cupos de movilidad de vehículos por número de matrícula, reducir la velocidad y, en muchos casos, mientras se ponen en marcha políticas para producir una electrificación masiva del sector transporte, prohibir la circulación y el aparcamiento.

-Redimensionado y descentralización de las infraestructuras energéticas. Por un lado, hay que tener en cuenta que redes como gaseoductos, terminales de gas o líneas eléctricas no van a tener más utilidad. Por otro, hay que afrontar la transformación de la estructura infraestructural radial, para evitar la congestión de las redes que estaban diseñadas para el modelo energético heredado. La incorporación de energías renovables para suplir las importaciones de otro tipo de recursos, precisa de un sistema descentralizado a partir de una red mallada sin líneas de alta tensión. Las tecnologías tipo smart-grids y contadores inteligentes serán claves para el éxito de este punto.

-Control de la competencia. Al no haber señales de mercados internacionales lo más probable es que las señales de precios sean frágiles. Por ese motivo serán imprescindibles unas autoridades de competencia y de planificación fuertes y estrictas.

2. Cambios en la oferta
-Fuentes nacionales. Estas medidas para aumentar la oferta no van a ser neutras en cuanto al impacto ambiental. Habrá que recurrir a las fuentes nacionales: obtención de petróleo de Canarias y el Mediterráneo, fracking en el Delta del Ebro, Asturias y el País Vasco; extracción de carbón; y aumento de las unidades de nucleares. Además, será imprescindible llevar a cabo una inversión en desarrollo e investigación y desarrollar un marco institucional de autoabastecimiento, tratando de controlar su impacto medioambiental.

-Biomasa. La biomasa implicará un cambio fundamental en la estructura agrícola. Habrá que importar biofuels o precursores de biocombustibles. Habrá que tratar de que los biocombustibles de segunda generación que se mantengan operativos, no compitan con los alimentos. Habrá que desplegar programas de investigación sobre algas, by-product, deshechos y otro tipo de recursos, etc.

-Hidroeléctrica. Habrá que mantener los actuales embalses, imprescindibles para obtener electricidad.

-Desarrollo de la energía nuclear. Al no disponer de uranio hay que conseguir que el Gobierno autorice su importación. Aunque la hidroeléctrica es de las pocas energías renovables constantes, que pueden funcionar como soporte de las demás energías, las centrales nucleares soportarán el grueso de la energía de base. Los gaps entre las renovables y los picos de demanda se cubrirán con carbón nacional y con hidroeléctrica.

-Nuevas tecnologías. Pero, aparte, será necesario incluir estaciones de bombeo y aplicar nuevas tecnologías, apenas utilizadas en España, como las presas run-of-the-river hidroelectricity. Esta energía depende de los caudales de los ríos, de la pluviometría, del deshielo y otros factores del lugar… Por lo tanto, al igual que la eólica o la solar, quedarán para complementar la energía base.

-Energía eólica. Hay que potenciar la energía eólica. Es la que más nos va a permitir acercarnos al precio vigente en la actualidad. Habrá que cambiar los generadores antiguos por otros nuevos, más eficientes. Será necesario ocupar el offshore, lo que puede afectar enormemente el sector turístico.

-Energía solar. Habrá que seguir desarrollando la energía solar. Tanto la fotovoltaica, que no es almacenable, como la termosolar, que sí lo es. Tendrá que aumentarse la producción actual para garantizar la flexibilidad del sistema. Aparte, habrá que gestionar la demanda para lograr cubrir los momentos sin sol ni viento.

3. Medidas para mitigar el impacto
-Soluciones individuales. Promover la autogeneración (tanto solar como eólica). Teniendo en cuenta que se va a destinar una gran parte de nuestra superficie agrícola a la producción de biocombustibles y el transporte se va a tornar complicado, habrá que desarrollar el autoconsumo y la autogeneración agrícola y el auto-transporte (bicicletas, patines o cualquier medio que proporcione alternativas al transporte tradicional.

-Educación. Habrá que potenciar la inventiva y la creatividad. Se desarrollarán nuevos sectores basados en el capital humano.

-Campo virtual. Se virtualizarán el mayor número de procesos, tanto productivos, como personales. En concreto, estas medidas han de ser pensadas en el campo de la educación. Como consecuencia de las transformaciones en los transportes, aumentarán las distancias, lo que dará lugar a una total reconfiguración urbana. En este punto también jugarán un papel clave los procesos de virtualización.

-Reconfiguración de la industria. La industria y la construcción sufrirán cambios sustanciales, tanto en los procesos productivos como en la aplicación de determinados materiales.

-Nivel de vida. Debemos prever cambios importantes en el nivel de vida: más calidad en algunos aspectos y menos en otros. Se tendrá que solucionar la convivencia entre los ciertos sectores punteros vinculados a las nuevas tecnologías, y un retorno a algunas costumbres antiguas. Esta dualidad podría dar lugar a una falta de cohesión social. Como consecuencia del cambio habrá “ganadores” y “perdedores”. Habrá que buscar la forma de equilibrar esta situación para lograr el bienestar social.

-Seguridad y defensa. Estar tan al límite de las necesidades provocará una gran vulnerabilidad. Menos energía implica también menos luz. Será difícil mantener los actuales sistemas de alarma y las formas de vida urbana actuales. La asistencia hospitalaria uno de los espacios de mayor demanda energética, sufrirá cambios relevantes. Debemos plantearnos cómo vamos a defender emplazamientos como Ceuta, Melilla o Canarias frente a los países vecinos (teniendo en cuenta que éstos dispondrán de un mayor número de recursos energéticos. ¿Cómo se gestionará la soberanía del país? En cuanto a la defensa, el ejército estadounidense ya está generando electricidad con paneles fotovoltaicos flexibles en sus campamentos. Pero habrá que dedicar un enorme esfuerzo para proteger las infraestructuras difusas, ya que se podría producir un blackout o apagón.

-Relaciones internacionales. Es previsible una pérdida de presencia internacional. Uno de los primeros objetivos en este terreno será convencer a nuestros socios de la UE de nuestro programa. Es fundamental permanecer en el  mercado único.

Una vez concluida la presentación, LA abre el debate, mostrando su preocupación ante semejante horizonte y plantea los siguientes interrogantes: ¿Qué ventajas implicaría a largo plazo un escenario de soberanía energética? Por otra parte, muchos de los aspectos propuestos por el invitado ya han sido formulados y desarrollados por algunos sectores sociales de la población muy concienciados con temas relativos a la gestión de la energía. ¿Se puede considerar que estos grupos han abierto una vía de vanguardia? ¿Se podría hacer llegar estas fórmulas al resto de la población?

Acto seguido, un miembro del Gabinete acusa al planteamiento expuesto de excesivamente economicista cuestionando la necesidad de mantener el ritmo de vida actual del estado del bienestar sin dar opción a otras formas de vida posibles, otras relaciones internacionales u otras formas de industria, que implicasen un marco más ecológico. El experto explica su propuesta, dentro de un marco estrictamente técnico, como el planteamiento económico que haría viable alcanzar el objetivo planteado para el 2020. Dicho objetivo, si bien no exento de costes (sociales, ecológicos, etc.) es posible y está a la alcance de las posibilidades, manteniendo las principales trazas del marco de vida actual. Cualquier planteamiento que cuestione estas bases requeriría de otro tipo de enfoque. En cualquiera de los escenarios, el papel de la educación sería crucial para explicar bien el proyecto a la sociedad y contrarrestar la resistencia de la población. Concluye afirmando la necesidad de llevar a cabo políticas de incentivos para alterar los hábitos de consumo, lo que supondrá una fuerte transformación social, teniendo que redefinirse conceptos como la calidad de vida tanto a escala local como geopolítica.

Varios miembros del gabinete se preguntan sobre el papel del Estado en relación a las grandes empresas. ¿Sería necesario llevar a cabo expropiaciones a las grandes empresas vinculadas a la energía para concentrar la producción de energía en el Estado? Si las medidas planteadas reducen el consumo mediante una subida de precios ¿no sería más eficaz eliminar la energía del sistema de mercado (dado que no se van a producir transacciones con el exterior) y recurrir a un sistema de cuotas para este reparto? GE afirma la necesidad de apoyar la transformación en cooperativas y otro tipo de formas de descentralización de la producción. Sin embargo no cree que sea necesaria la independencia de las grandes empresas, las cuales se encargarán de gestionar los parques eólicos, las centrales nucleares, etc. En su opinión el Estado no tiene la capacidad de llevar a cabo la estatalización de la industria. El contexto es tan radical que será necesario involucrar a todos los agentes posibles, incrementando su participación. Desde el punto de vista de GE, será imprescindible contar con un estado más intervencionista, pero sin prescindir del mercado, si se quiere minimizar los costes. Una generación descentralizada precisará de un sistema dual desplegado en diferentes escalas, lo cual exigirá mucha coordinación: más centralizado en el transporte, pero más descentralizado de las redes, por ejemplo. Puede que las medidas para paliar esa dualidad conduzcan a situaciones de conflicto. Habrá que redefinir el concepto de bienestar. En cualquier caso, el nuevo escenario no va a ser ecológico ni “verde”. Al contrario, el cambio va a tener un impacto ambiental muy fuerte. Las medidas del tipo del incremento de precios, parten de una concepción individualista del ser humano. El objetivo será detectar el incentivo básico para que la gente se comporte de la manera más eficiente posible a la hora de gestionar su energía. Cualquier solución pasará por un sistema de cuotas, en efecto. Pero también de un racionamiento y, sobre todo, de la gestión de sistemas duales.

EG plantea la posibilidad de que se de una burbuja energética, preguntándose si un cambio en la ley del suelo para destinar una buena parte del suelo nacional a un espacio productivo, podría llegar a provocar una crisis energética similar a la inmobiliaria, tras los cambios en la Ley del 98. En opinión de GE, inevitablemente, el paisaje va a cambiar de manera radical: prácticamente un 70% del suelo, estará ocupado por aerogeneradores para conseguir que una gran parte de la energía que necesitaremos provenga de fuentes renovables. Puede haber una gran controversia en lo relativo a la agricultura dado que conlleva cambios, tanto en el sistema agrícola (para biocombustibles y biomasa), como en los hábitos de consumo y de producción.

CP manifiesta que tal vez sería posible plantear un proceso paralelo entre la intensificación de la participación del tejido local en la producción de la energía y las nuevas formas de gobierno basadas en la participación ciudadana y nuevas estructuras democráticas.

Varios miembros del Gabinete cuestionan la viabilidad del cambio. ¿Seremos capaces de ser independientes dentro del actual entorno político y económico internacional? ¿Seremos mucho menos competitivos que  el resto de los países? ¿Conllevará el cambio ingresar en un sistema de autarquía, no sólo energética, sino también productiva? En cuanto a la defensa, ¿tendrá que incrementarse el presupuesto en defensa en el 2020? ¿Serviría de ejemplo otro contexto, como el finlandés, dependiente en un 90% de Rusia, el que, a la vez, constituye su principal peligro estratégico? En opinión de GE, uno de los primeros pasos a dar será desarrollar una nueva narrativa para convencer a la UE de la necesidad de este cambio. La industria que competía en los mercados internaciones deberá, o bien desaparecer o bien reconvertirse para pasar a formar parte de este sistema económico dual asentado en un sector agrícola muy fuerte, capaz de abastecer a la población. Por otro lado, al no poder exportar será imprescindible invertir en innovación y desarrollo para lograr tecnología para el almacenamiento de la energía generada en los momentos de excedentes (los días de mucho viento y mucho sol). No obstante, ser independientes de los hidrocarburos, no nos hace independientes del resto del mundo en otras parcelas. Por lo que habrá que rediseñar la interdependencia política con el exterior y una nueva agenda geopolítica. Tanto el sector industrial como el turístico también sufrirán cambios relevantes. El uso del avión tendrá que ser revisado. Puede que sea inviable funcionar con cosechadoras, por lo que no es descartable tener que volver a la tracción animal. En lo relativo al tema de la defensa del país, el experto sugiere que la permanencia en la OTAN será más importante que nunca.

En opinión de UF, el nuevo escenario plantea un proceso de desaceleración contrario a los planteamientos de Paul Virilio. Si Virilio describió la historia como un proceso basado en la velocidad, donde cada una de las etapas históricas era descrita como un proceso de aceleración de sus movimientos y relaciones, por lo que se ha expuesto, en este nuevo escenario asistimos a un proceso de desaceleración y de “adelgazamiento” del sistema económico y productivo. Y, señala, que este proceso que se asienta en un modo de vida basado en una especial forma de sedentarismo físico combinado con un nomadismo virtual, de alguna manera, coincide con las praxis políticas ya planteados e implementadas por diversos grupos ecologistas. Cabe preguntarse, por tanto, si dichos grupos sociales deberían ser considerados como los laboratorios donde se han ensayado y prototipado dichas fórmulas de convivencia y dichas narrativas. UF a continuación enumera, a partir de lo expuesto hasta el momento, las que pasarán a ser las grandes voces que liderarán el cambio energético: a parte de los economistas y de los ingenieros, será crucial el papel de los paisajistas y urbanistas en el diseño del territorio; de los arquitectos, en el campo de las innovaciones tipológicas, puesto que la arquitectura pasará, de ser consumidora, a formar parte del tejido productivo; de los diseñadores, cuyo papel será crucial en la materialización del cambio en los estándares de vida. No en vano, los diseñadores serán los responsables de hacer habitable y, porque no, deseable esta situación que, aunque se dibuja como poco confortable, debería ser capaz de entender una nueva dimensión de lujo; de los docentes y las instituciones académicas, cuyo papel será clave en los procesos de innovación; de los dietistas, dado que nuestra alimentación se va a ver alterada por completo y, en este sentido, también contamos con el ejemplo de la cultura vegetariana, capaz de hacer de una restricción política un campo de posibilidades para la cocina; las organizaciones sociales, que cuentan con amplia experiencia en el trabajo desde la participación local, etc. GE relaciona la desaceleración de la historia planteada, con el aumento inevitable de las distancias al que nos vamos a ver sometidos Es difícil considerar la desglobalización de un único aspecto (energía) porque, al final, todo está interconectado en nuestra sociedad. Hay que tener en cuenta que el mundo virtual no soluciona todos los problemas. La experiencia nos demuestra que, en ocasiones, la presencia real ahorra mucho tiempo y muchos conflictos. En cualquier caso la dualidad sedentarismo-nomadismo tendrá repercusiones en los afectos personales.

UF pregunta al experto por la viabilidad de las políticas Nudge(desarrolladas por Thaler y Susntein) como alternativa a los incentivos. Los nudge o “arquitecturas de la decisión” operan con el diseño de espacios donde se toman decisiones y sus autores los presentan como una alternativa eficaz para la solución, por ejemplo, de los temas de ahorro energético. Por último, en lo relativo al cóctel energético UF pregunta si es previsible que algunos territorios menos ricos, como las zonas desérticas, pasen ahora  a ser considerados como zonas con un alto potencial energético. GE plantea que los incentivos no se limitan al campo económico. Muchos se basan en formas de persuasión que operan sobre los elementos reflejos. A veces los castigos tienen un impacto negativo. La solución sería una combinación de políticas. La redistribución afectará no sólo al mundo empresarial sino también a las regiones. Por ello una geopolítica interna tendrá que combinarse con una política regional.

LA lanza una pregunta de escala territorial y arquitectónica. Por un lado, pregunta por el potencial de las costas para la energía maremotriz. Por otra, pregunta a los arquitectos acerca de la unidad óptima para redimensionar las ciudades. ¿Se confirma la tendencia a pensar en la habitabilidad de escenarios densos? ¿Debemos encontrar un tamaño de ciudad media para tener en cuenta los suministros? Y termina su intervención planteando que habrá que tener en cuenta una cuota mínima de energía por debajo de cuyo umbral no es posible vivir. Y reclama el papel del estado como el garante de dichas cuotas mínimas, que deberían permanecer al margen de las lógicas del mercado. LA se apoya en Cúanto es suficiente de Skydelsky para subrayar la importancia de establecer los mínimos de una vida digna. Por último defiende la posibilidad de plantear el plan 2020 propuesto como un marco pionero de un experimento social que podría (y debería) ser extrapolado a escala mundial. En este sentido, el presente escenario político podría ser considerado como un proceso de vanguardia para el resto del planeta. En cuanto a la energía maremotriz, GE responde que habría un enorme potencial en el Atlántico pero que sería fundamental desarrollar técnicas de almacenamiento. En cuanto a la urbanización, seguramente habrá una concentración en los focos existentes y un éxodo de las ciudades pequeñas hacia el ámbito rural. Habrá una gran concentración de talentos en las ciudades y el mundo rural quedará enfocado al sector primario. Por último, intentar que el resto de países se muevan en la misma dirección y promover la cooperación en ese campo será sin duda indispensable y deseable bajo todo punto de vista.

Algunos miembros del Gabinete resaltan la diferencia entre autosuficiencia y sostenibilidad.

UF responde a la pregunta de LA argumentando que es imprescindible empezar a plantear nuevos vocabularios para abordar el nuevo escenario. Y, en concreto, será necesario poner en práctica nuevos vocabularios urbanos. Por ejemplo, en un marco donde habrá que destinar una gran parte del territorio al desarrollo de la agricultura y la producción de la energía, será difícil que la disciplina se mantenga en la clásica dicotomía dialéctica entre el campo y la ciudad o la naturaleza y los espacios urbanos. En un escenario de isla energética ¿qué puede ser considerado urbano y qué no? ¿Dónde empieza el espacio rural y dónde el infraestructural? ¿Cómo habitamos en un entorno completamente tecnificado? ¿Qué respuestas puede proporcionar la arquitectura para hacer habitable un continuo socio-técnico? Lo que está claro es que el problema que nos congrega requiere de un cambio de lenguaje y, más allá de soluciones tecnológicas, se hace imprescindible pensar este marco en clave de un cambio cultural que, inevitablemente, apela un gran debate social. Quedamos pues emplazados para abordar este y otros temas en las siguientes sesiones.

Se levanta la sesión.